A mí me gustó el cuento de la Cenicienta, porque ella con paciencia, aguantó todo lo que la hizo sufrir su madrastra y sus hermanas, nunca perdió la Esperanza de que algún día esto se acabaría y que llegaría alguien y la sacaría de esas garras que la maltrataban y la odiaban.A mí me parece que el príncipe llega muy a tiempo y que el Hada Madrina hace que cumpla su sueño. El mío sería salir de la pobreza y de los problemas de mi barrio. A veces me imagino un castillo lleno de comidas muy limpio, en donde puedo llevar a mis hermanitos y también a mi curso. Yo los invito a quedarse conmigo para siempre, olvidaríamos las peleas, las fogatas, los maltratos, los garabatos, encontraríamos la Paz.
Cuando despierto pienso igual que la Cenicienta, miro al cielo y pienso en mi pastoral y en los momentos tan bonitos que vivo en mi Escuela, soy pobre, soy fea, pero no soy Cenicienta triste, yo estoy feliz de tener a mis padres y a mis compañeros junto a mis tías del Colegio.
Me gusta la Cenicienta, porque perdona a todos los que le hicieron daño, de qué sirve la venganza. Tenemos que hacer reír a los que nos rodean y decirles que a todos nos visita alguna vez en la vida un Príncipe de verdad.
Este cuento ganó la Mención Honrosa en el Concurso de la DIBAM, “Cual es mi libro favorito,” está publicado en el Baúl de la Memoriosa.Autora: Valentina Albornoz (10 años).
No hay comentarios:
Publicar un comentario